lunes, 18 de junio de 2007

DIOS TAMBIÈN ES PADRE

Por Alberto Valdivia (sermón del 17/06/207)

Recuerdo el día que estuve en el hospital con mi esposa en el momento en que dio a luz, me parece que sucedió ayer. Escuchar el llanto de mi hijo al nacer, mirarlo en la incubadora tan pequeño e indefenso despertó en mi un sentimiento nuevo, un instinto que hasta ese momento me era desconocido. Ese día fui Padre y mi vida cambio por completo. Desde aquel momento he ido creciendo en este camino de la paternidad, muchas veces equivocándome pero siempre confiando en que Dios me dará las fuerzas para cumplir con mi labor

La palabra Padre en griego y en latín viene de una raíz que tiene tres significados:
Nutridor, el que alimenta, tanto el cuerpo como el alma,
Protector, el que cuida, el que da resguardo
Sustentador, el que sostiene, el que anima, el que da fuerza

Todos necesitamos de un padre (aún los animales), es por eso que Dios nos ha dado un padre terrenal a todos, ellos tienen la responsabilidad de llenar vacíos en nuestras vidas, de guiarnos, protegernos, y sustentarnos. La tarea de un padre no es solo alimentar, vestir y proveer lo económico, su labor más importante es ayudarnos a desarrollarnos íntegramente como personas, darnos un modelo de vida, darnos apoyo emocional y espiritual principalmente en nuestros primeros años

Sin embargo, siendo nuestros padres humanos, muchas veces no logran cumplir con sus responsabilidades a cabalidad, se equivocan, eso causa frustración, resentimientos y dolor en el corazón de muchos hijos
¿Qué podemos hacer ante esta situación?

HAY QUE RECONOCER QUE TENEMOS UN PADRE EN LOS CIELOS QUE SIEMPRE ESTARÁ A NUESTRO LADO


“Aunque mi Padre y mi madre me abandonen, tú Señor, te harás cargo de mí” (Salmo 27:10)

En realidad él es nuestro verdadero Padre, ha delegado algo de sus funciones a nuestros padres terrenales, pero si ellos no pueden cumplirlo, Dios toma esa función paternal que le pertenece primariamente a él. Nuestros padres pueden dejar de actuar como tales, ya sea por que abandonan sus responsabilidades paternales, ya sea porque priorizan lo económico y tienen que dejarnos para encontrar sustento para nosotros en lugares lejanos, ya sea porque cometen errores en sus vidas y nosotros nos vemos afectados o simplemente porque mueren. En medio de esa situación debemos de recordar que nuestro verdadero Padre sigue con nosotros, que cuando nuestros padres terrenales se ausentan o no funcionan como tal, tenemos a Dios quien asume total y plenamente esa función. Jamás debemos sentirnos abandonados o desdichados por esa carestía, encontremos en el Señor el calor de Padre que nos hace falta.

TENEMOS QUE SABER QUE DIOS ES UN PADRE QUE NOS CONOCE PERFECTAMENTE Y QUE ESTÁ DISPUESTO A MOLDEAR NUESTRAS VIDAS

“Señor tú eres nuestro Padre, nosotros somos el barro, tú nuestro alfarero, todos fuimos hechos por ti mismo” (Isaías 64:8)

Dios como Padre, asume la función de Alfarero, nos acaricia (afecto), nos moldea (forma nuestro carácter), y nos vuelve instrumentos útiles. Él tiene el poder para hacerlo.
Debemos de relacionarnos profundamente con nuestro Padre Dios, y encontrar en él todo aquello que no encontramos en nuestros padres terrenales.
En realidad, cada padre terrenal debería de aprender de Dios la paternidad, él es el modelo que todos debemos de imitar, es nuestro deber replicar el corazón amoroso de Dios en nuestras vidas para que nuestro hijos reciban el amor de verdad. Cada padre debería de mantener una relación cercana e íntima con el Señor y aprender de él el amor.

Si comenzamos a ver a Dios como realmente nuestro Padre, y buscamos en él llenar nuestros vacíos, entonces aprenderemos a ver a nuestros padres terrenales con misericordia, con comprensión, a no exigirles aquello que no son capaces de dar, y más bien podremos tener las fuerzas de reconciliarnos con ellos, perdonándoles por habernos fallado y herido. Que así sea.

jueves, 14 de junio de 2007

EL CRISTIANISMO: ¿ABURRIDO, FALSO E IRRELEVANTE?

Por Alberto Valdivia Cier

(sermón del 12/06/2007)

En cierta oportunidad un amigo colombiano me vio comiendo un seco con frejoles, le pareció un plato desagradable por su color, su primera impresión fue de rechazo, sin embargo a insistencia mía probó el plato y cambio de opinión, a tal punto que se pidió un seco y se quedo maravillado por su sabor.
Igualmente muchos experimentamos la fe de esta misma forma. Cuando vemos el cristianismo de lejos, solo la cascara y la apariencia, puede que no nos atraiga, pero si damos el paso de experimentarlo y comprenderlo tal cual es entonces surge un atractivo hacia el.
Muchas veces al ver a cristianos e iglesias muertas, que reflejan un estilo de vida monótona y anticuada, hace que nos formemos un concepto equivocado del cristianismo. No es a la iglesia ni a los cristianos a quien debemos de experimentar, sino a Cristo y su evangelio. Debemos de examinar y vivenciar a Jesús, solo así el cristianismo se vuelva real y valedero para ti.
Se cuenta que una joven leyó un libro y no le gusto, pensó que era un libro muy aburrido, pero un día conoció al escritor, se enamoró de él, volvió a leer el libro y le pareció el libro más maravilloso del mundo. Igualmente cuando conocemos a Jesús y nos enamoramos de él, la fe cristiana se vuelve atractiva, entendible, verdadera. La clave es encontrarnos con aquel que es el centro de nuestra fe, él inspira nuestra vida y hace que el cristianismo tenga sentido. Recuerden; Cristianismo sin una relación vital con Cristo aburre y cansa

¿Por qué otros afirman que el cristianismo es falso? Mayormente esto sucede porque la gente no se ha tomado el tiempo de investigar, comparar, y comprender el fundamento de la fe cristiana y solo se quedan con ideas falsas de lo que el cristianismo es. Muchos escuchan argumentos de otros y sin mayor evaluación lo aceptan, otros evalúan la fe cristiana a través de los aciertos y fracasos de los cristianos, lo cual es una forma errada de entender la fe ¿Nadie puede desechar una formula matemática porque ciertos hombres la han aplicado mal y han hecho malas operaciones?, es necesario evaluar la formula, el concepto, la verdad y no a quienes tratan de aplicarlo. Igualmente nadie debe de desechar el cristianismo porque los cristianos reflejan contradicciones. Es necesario evaluar, comprender y vivenciar los principios cristianos para saber si en realidad es la verdad.
Tampoco basta con tener solo un conocimiento intelectual de la fe, sino también un conocimiento experimental. Conocemos que el fuego quema no solo cuando entendemos la naturaleza y efectos del calor, sino principalmente cuando tenemos la experiencia de tocar el fuego y sentir que quema. Igualmente es con la fe, necesitamos entender la persona de Jesús y su mensaje, pero igualmente necesitamos experimentarlo para poder tener un conocimiento cabal del cristianismo y poder concluir si es verdad o es mentira.

Por último, hay aquellos que piensan que el cristianismo es irrelevante para el hombre de hoy, que quizás fue bueno para el hombre antiguo pero que para hoy es un obstáculo para la modernidad y el desarrollo humano. Los que piensan así no comprenden que todo el desarrollo y la libertad que experimenta el mundo occidental se lo debe al cristianismo, fue la fe cristiana quien sembró el valor del amor, la compasión, el perdón, la libertad, la tolerancia, la igualdad, etc., a base de estos valores cristianos nuestra sociedad a desarrollado su moral y filosofía. En otras regiones del mundo, donde han prevalecido otras religiones hasta hoy en día no han logrado alcanzar estos valores (por ejemplo en el mundo musulmán, en la india o en la China). El occidente, es lo que es gracias al cristianismo. Por lo tanto el cristianismo sigue siendo relevante, pues subsiste en la forma de ser y pensar de cada uno de nosotros. ¿Dónde se origina ese sentimiento caritativo que todos tienen o aspiran tener?, ¿Por qué valoramos tanto el perdón y la reconciliación entre los seres humanos? ¿Por qué reconocemos que la libertad es un derecho y una necesidad humana? ¿Por qué estamos convencidos que el racismo y la discriminación es una conducta mala? ¿De donde surgen estos conceptos morales? ¿Cuál es su origen?, El origen es Cristo y su evangelio. Antes del cristianismo estos valores no eran conocidos, o no eran vividos de la forma en que Jesús lo vivió y enseño, incluso en el paganismo, la caridad y el perdón era muestra de debilidad y no le reconocían valor alguno, la libertad no era un concepto desarrollado y la tolerancia era casi inexistente en sus sistemas sociales.
Los valores del reino de Dios lo vemos plasmado en cada esquina de nuestras ciudades, la Cruz roja y otras agencias internacionales de ayuda se inspiran en el evangelio, los Boys Scout y la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA) tienen un origen cristiano, las universidades son un invento de las antiguas comunidades monásticas, etc.
Lo que sucede es que el hombre moderno desea seguir su camino sin Jesús, y solo quedarse con los valores y la verdad que él nos ha dejado, pero poniendo de lado al Señor de la verdad. Eso no funciona, el amor, la tolerancia, el perdón, etc., solo pueden aplicarse correctamente cuando gira alrededor del evangelio, cuando se saca de lado a Jesús, y se coloca al hombre como verdad central es fácil pervertir estos valores y caer en libertinaje y en extremos equivocado. Eso es lo que vemos que esta sucediendo hoy en día.
La tolerancia se a convertido en “aceptar todo y a todos”, la libertad en libertinaje, en nombre de la igualdad se busca globalizar el mundo afectando la cultura y la forma particular de ser de cada nación. Ahora más que nunca es relevante el evangelio, para dar sentido a los valores, para que funcione bajo la dirección y guía de Jesús, quien tiene y es la única verdad.

Además el cristianismo sigue siendo relevante porque sigue dando respuesta a las grandes necesidades humanas. El hombre con toda su tecnología y avance no ha logrado superar el vació y el mal que hay dentro de él, el hombre necesita de Dios. Hoy Jesús sigue transformando vidas, está vigente, actúa a diario, millones de personas experimentan su presencia y encuentran paz, perdón y transformación. Millones dan testimonio de cómo Jesús vive en sus corazones y cambia vidas. ¿Cómo podemos pensar que el cristianismo no es relevante para hoy?

San Agustín dijo “Hay en el corazón del hombre un vació que solo Dios puede llenar”, mientras el hombre tenga ese vació y Jesús pueda llenarlo, entonces él seguirá siendo relevante.
Jesús dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6) él se presenta como la respuesta a las grandes necesidades humanas.

1. EL HOMBRE NECESITA DIRECCIÓN, UN CAMINO,
UNA ORIENTACIÓN

Él dijo “YO SOY EL CAMINO”. Jesús da orientación a nuestra vida, le da un rumbo, le da un motivo. Muchos viven por vivir, no han encontrado sentido a su existencia. Jesús desea penetrar en nosotros para dirigirnos. No estamos en esta vida por nada, Dios tiene un propósito con nosotros. Jesús nos muestra que estamos en esta vida para dar y para amar, Jesús quiere ayudarnos a cumplir con esa misión y desea revelarnos como podemos cumplirla específicamente. Por eso necesitamos seguirle, para ser guiados por él. Sin Jesús estamos a oscuras, caminamos a tientas, con él encontramos dirección y sentido.

El Príncipe Carlos de Inglaterra declaró en una ocasión lo siguiente “a pesar de todos lo avances de la ciencia, en lo profundo del alma (si puedo atreverme a usar esta palabra) existe un persistente e inconsciente ansiedad de que algo nos falta, como un ingrediente que hace que valga la pena vivir”
Eso que nos falta es Dios, solo él da dirección y sentido a la vida. Pero no solo eso, también llena nuestros vacíos y carestías interiores

El famoso cantante de Rock, Freddie Mercury, que murió en el 91 se preguntó en una de sus últimas canciones: ¿Hay alguien que sepa por qué estamos viviendo? A pesar de que él había acumulado una gran fortuna y había atraído a miles de aficionados, admitió en una entrevista, poco antes de su muerte, que él estaba desesperadamente sólo. Dijo: “Usted puede tener todo lo imaginable en el mundo y seguir siendo una persona solitaria. Entre las clases de soledad, ésta es la más amarga. El éxito me ha traído fanáticos de todo el mundo y millones de dólares, pero me impidió tener lo único que todos necesitamos – una relación de amor constante”.

Freddy Mercury tenía razón al hablar de una “relación duradera” como aquello que todos necesitamos, pero ninguna relación humana satisface completamente, ni dura para siempre. Siempre hay algo que hace falta porque fuimos creados para vivir en una relación con Dios. Jesús dijo “YO SOY EL CAMINO”, él es único que puede llevarnos a una relación personal con Dios, y de esa manera encontrar en esa relación con nuestro creador la felicidad y la llenura espiritual que no tenemos.

2. EL HOMBRE NECESITA LA VERDAD EN MEDIO DE SU CONFUSIÓN

El dijo: “YO SOY LA VERDAD”. Toda la verdad esta en él, las mejores filosofías, los mejores argumentos, los mejores conceptos no se comparan en nada a lo que Jesús enseño y mostró en su vida. Él fue un revolucionario, sus ideas fueron revolucionarias. Por ejemplo el principio del amor sacrificial que Jesús enseñó fue único, él enseñó que debemos de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, incluso amar a nuestros enemigos, que debemos de servir y no ser servido, que debemos de entregar nuestras vidas por nuestros amigos, pero no solo lo enseñó, él lo vivió. En su muerte en la cruz nos dejo el mejor ejemplo de sacrificio y de amor que podemos imaginarnos. Hay verdad en sus enseñanzas, hay verdad en sus obras y acciones. Nadie que lea los evangelios puede dejar de admirar el peso de verdad que está contenido allí.
El hombre busca la verdad en el lado equivocado, por eso muchos está perdidos, siguiendo ideas y conceptos novedosos pero que no les ayuda a elevarse como seres humanos, solo aquellos que van a Jesús y beben de su verdad encuentran una forma de vida liberadora y elevada.

Sin embargo, cuando Cristo dijo: Yo soy la verdad, hablaba de algo más que verdad intelectual. Jesús hablaba en el sentido hebreo de una verdad experimentada. La verdad de Dios no afecta solo las ideas, no es filosofía, es primordialmente vivencial. Las verdades del evangelio son para vivirlas no solo para entenderlas, eso lo hace único e inigualable. Ven a Jesús Él es la verdad.


3. EL HOMBRE NECESITA VIDA EN MEDIO DE SU MUERTE Y OSCURIDAD

En 1960, el millonario James McGill de California murió. Dejó instrucciones detalladas sobre como su cuerpo debía ser congelado y conservado con la esperanza de que los científicos en el futuro podrían encontrar la cura para la enfermedad que le llevó a la muerte, a partir de ese momentos cientos de millonarios han hecho lo mismo.

El hombre busca la forma de huir de la muerte, pero no puede, la muerte está en nosotros, sin embargo hay algo peor que la muerte física y el hombre no hace ningún intento serio por derrotarla, es la muerte espiritual. Hay millones que tienen vida en sus cuerpos pero en sus corazones están muertos, hay oscuridad y tristeza en ellos.
Jesús ha venido a librarnos de la muerte, ha venido a traernos vida. Él dijo “YO SOY LA VIDA”, la vida que el ofrece primeramente es la vida espiritual, aquella que invade el alma más oscura y triste y la convierte en un corazón alegre, lleno de paz y de esperanza. Todo aquel que abre su corazón a Jesús experimenta esa vida en su interior. Es triste ver como la gente se pierde de esta gracia que Jesús frece a todos aquellos que le buscan, muchos viven vidas apagadas y derrotadas pudiendo experimentar la felicidad y el gozo que Cristo ofrece.
También Jesús nos promete la vida eterna, la vida después de la muerte. Jesús dijo que nuestros cuerpos muertos resucitarán y serán transformados para nunca más morir y nunca más sufrir, así habitaremos eternamente con Dios en las moradas celestiales. ¿Hay una esperanza mejor que está?

Jesús no es aburrido, ni falso, ni irrelevante, todo lo contrario, seguirlo a él es lo más excitante y maravilloso que pudieras experimentar, en él está toda la verdad y en él encontramos todo lo que nuestras almas necesitan. Ven compruébalo, no pierdes nada intentándolo.

¿QUE HACE JESÚS CUANDO SUFRIMOS?

Por Alberto Valdivia Cier

Texto: Lucas 7:11-17 (Sermón del 14/06/2007)

Al verla, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: No llores.
En seguida se acercó y tocó la camilla, y los que la llevaban se detuvieron. Jesús le dijo al muerto: Joven, a ti te digo: ¡Levántate!
Entonces el que había estado muerto se sentó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a la madre. Al ver esto, todos tuvieron miedo y comenzaron a alabar a Dios, diciendo: Un gran profeta ha aparecido entre nosotros. También decían: Dios ha venido a ayudar a su pueblo.

Hay momentos críticos en nuestra vida en la que sentimos que Dios está lejos de nosotros y que lo hemos perdido todo. En esos momentos muchas veces nos llenamos de frustración y podemos hasta perder la fe. Jesús se encuentra con una mujer que pasaba una situación parecida, ella era viuda y su único hijo acababa de morir, no solo había perdido a su ser querido sino que también desde ese momento ella quedaba en absoluto desamparo. ¿Se pueden imaginar el dolor y la desesperanza que esa mujer experimentaba?.
Pero la presencia de Jesús lo cambia todo, él trae esperanza. David decía en el salmo 23, "aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo, tu vara y tu callado me infundirán aliento". Jesús alienta nuestra vida en el momento más difícil y oscuro.
Veamos como Jesús ayudo a esta mujer y visualicemos como él nos puede ayudar en situaciones similares.
Jesús mira a la mujer. La observa y se compadece de ella. No es indiferente, atiende su necesidad. Dios nunca nos ignora, él está siempre cerca, más aún si estamos sufriendo.
La mirada de Cristo es compasiva y amorosa, no es acusadora ni vengativa. Todos tenemos pecados y faltas que quisiéramos ocultar de Dios pero no podemos, él todo lo ve y todo lo sabe, lo único que podemos hacer es pedir perdón y confiar en su infinita piedad y misericordia para con nosotros
Jesús mira nuestro corazón, no lo hace para buscar lo malo sino lo bueno en nosotros, él busca una pizca de humildad para poder actuar a favor nuestro. La misericordia de Dios está disponible pero es necesario que nuestra vida sea una tierra dispuesta para su amor. Tenemos que humillarnos ante él.
La mirada de Jesús es una mirada de aliento, fuerza y ánimo, disfrutémosla siempre.
Jesús comienza sanando su corazón. Le dice: no llores. El llanto es bueno en la medida que nos ayuda a liberar la tensión pero malo cuando es en exceso y nos adormece y deprime. Jesús se interesa por nuestro estado emocional, nos anima, trata de generar un cambio, busca quitar de nosotros el dolor. Jesús a muerto no solo para salvar nuestras almas sino la integridad de nuestro ser, a cargado sobre sí nuestras "dolencias", ha venido a sanar a los quebrantados de corazón (Lucas 4:18) y a enviado su Espíritu para que nos consuele. Esta muy interesado en que nuestro mundo interior disfrute de paz y armonía, pues sabe que nuestra victoria espiritual depende en gran medida en que nuestro corazón se mantenga fuerte y firme. La misericordia de Dios comienza a actuar en nuestro corazón y luego en nuestra situación, el primer milagro que hace Dios es en nosotros mismos, así que antes de pedir que haga algo para ayudarnos en nuestro problema hay que suplicarle más bien que toque nuestra alma, la renueve para que podamos enfrentar el problema
Jesús se involucra en su problema. Toca el féretro, se mete en el asunto. Hace que todo se pare e interviene en el problema y en el dolor de esta mujer. De esta misma manera Jesús irrumpe en nuestro problema, él nunca se muestra distante, más bien pone su mano sobre nuestro mal y comienza a mover las situaciones a nuestro favor.
Cada vez que Jesús toca algo lo bendice, lo transforma, él toca nuestra muerte y nos da vida, él toca nuestro dolor y nos consuela, él toca nuestra tristeza y nos da gozo, él toca nuestra debilidad y nos da fuerzas. En medio de nuestras tribulaciones deberíamos sentirnos protegidos por él, rodeados de su manto de bendición, quizás podemos creer que estamos solos y que él nos ha abandonado, pero no es así, no escuchemos la voz de la desconfianza, más bien afirmemos nuestra fe en este Jesús que nos ama.
Jesús obra el milagro. En este caso el milagro fue la resurrección del hijo de la mujer, en nuestro caso el milagro que Jesús opere puede ser de otra naturaleza, lo cierto es que siempre debemos de esperar una intervención poderosa a favor nuestro. Nuestra fe o expectativa no debe estar en el milagro sino en el señor de los milagros, él nos dará siempre lo que es mejor para nosotros.
Jesús decía a todo aquel que venía a pedirle un milagro: Si tu puedes creer todo es posible", el accionar milagroso de Dios necesita la participación nuestra por medio de nuestra fe. Debemos de creer que Dios hará grandes cosas en nuestras vidas, a pesar de que el problema sea inmenso, el mal parezca invencible y el pecado sea profundo, debemos de confiar en que Jesús tiene poder para cambiarlo todo para bien de nuestras vidas, tan solo debes de creerlo y confiar como un niño confía en papá y humillarte ante Él.

En cada momento doloroso de nuestra existencia Jesús se hace presente y actúa, dejémonos amar por él, no le pongamos obstáculos a su amor. Recuerden, él ha venido a ayudar a su pueblo.

PARA PROFUNDIZAR

Lee Filipenses 4:6,7 ¿Qué debemos hacer cada vez que tenemos algún problema? ¿Qué sucede cuando oramos? ¿Por qué Dios toca primero nuestro corazón y nuestros pensamientos antes de actuar en el problema?