miércoles, 21 de abril de 2010

LA ADORACIÓN CELESTIAL

Por Alberto Valdivia
Sermón dominical

Texto: Apocalipsis 5:6-14

La adoración que se ofrece al Señor en el cielo es esplendida y perfecta, debemos de aprender de ella para que nosotros también podamos adorar a Dios de esa manera.

¿A quien se adora en el cielo? (v.6-7). La adoración se ofrece a Jesús el Cordero de Dios sacrificado pero que está vivo y resucitado (por eso está de pie), tiene siete cuernos (símbolo de autoridad) y siete ojos (símbolo de la plenitud del Espíritu). Está rodeado de seres vivientes, que son ángeles especiales que rodean el trono de Dios (en el libro de Ezequiel se les llama querubines) y de 24 ancianos que representan a los creyentes. Jesús se manifiesta como el juez del universo, el único capaz de abrir el rollo donde se encuentra los juicios de Dios contra la humanidad. Adoremos pues a Jesús por ser nuestro Redentor, Señor y Juez del universo.

¿Cómo es adorado Jesús en el cielo? (v.8). Tanto los ángeles como los seres humanos se unen en adoración, se postran en actitud de humillación, ofrecen sus oraciones y entonan cánticos de adoración. Si no hay humillación no hay adoración, por allí hay que comenzar, luego tenemos que entregar todas nuestras cargas y preocupaciones en oración, confiando que el Señor puede librarnos de todo mal, y finalmente el canto brota de nuestros labios con sinceridad y de todo corazón. Como ven, la verdadera adoración nace primeramente de un corazón arrepentido y humillado que pone sus cargas y esperanzas en Dios, y luego se expresa a través de los labios.

¿Por qué motivo se adora a Jesús en el cielo? (v.9-14). Los seres humanos adoran a Jesús por habernos comprados de la esclavitud del pecado y del diablo y por habernos hecho, sin merecerlo, reyes y sacerdotes suyo. Los ángeles le adoran por haber recibido toda la autoridad y poder en el cielo. Todas las criaturas del universo, aún los que están debajo de la tierra (es decir el infierno), adoran a Jesús por ser el Señor. El Señor merece toda adoración, cada uno puede tener motivos particulares por que adorarle, lo importante es ofrecerle nuestro reconocimiento y gratitud por todo el amor que él nos ha dado. ¿Cuáles son tus motivos para adorar a Jesús?.

La adoración que damos a Dios en la tierra debe de hacerse bajo estos mismos principios, no debe de ser superficial ni de apariencia sino sincera y de todo corazón.