martes, 15 de mayo de 2007

COMO DESARROLLAR Y FORTALECER NUESTRA FE

Por el Rev. Alberto Valdivia Cier
Texto: Mateo 14:22-33
La barca ya estaba bastante lejos de la tierra, zarandeada por las olas, porque el viento le era contrario. En la madrugada, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados. ¡Es un fantasma!, Gritaron de miedo. Pero Jesús les dijo en seguida: ¡Cálmense! Soy yo, no tengan miedo. Señor si eres tú, respondió Pedro, mándame que vaya a ti sobre el agua. Ven, dijo Jesús. Pedro bajo de la barca y caminó sobre el agua en dirección de Jesús. Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: ¡Señor sálvame!. En seguida Jesús le tendió la mano y, sujentándolo, lo reprendió: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?.
Cuando subieron a la barca, se calmó el viento, y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo: Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.



La fe es el medio que Dios a establecido para mantener y desarrollar nuestra comunión con Él, y para recibir sus bendiciones, pues “sin fe es imposible agradar a Dios" (Hebreos 11:6). Un creyente que tiene una fe débil siempre mostrará ansiedad, temor por los problemas, inconstancia, inseguridad y una actitud negativa y pesimista de la vida. En cambio el creyente que tiene una fe fuerte mostrará una confianza ciega en lo que Dios a prometido en su palabra y por ello tendrá una actitud tranquila y positiva ante los problemas de la vida. Todos debemos de anhelar tener una fe fuerte y firma, pues esa es la clave para tener una vida cristiana victoriosa. Aprendamos cuales son los principios básicos para desarrollar nuestra fe y fortalecer nuestra confianza en Dios.
Tenemos que evitar llenarnos de temor. Los discípulos tuvieron miedo, su temor le hizo ver exageradamente la situación (creyeron que Jesús era un fantasma), gritaron y se desesperaron, Jesús les dice: Cálmense. En cualquier circunstancia que pasemos debemos buscar la calma, pues en la calma y quietud la fe se manifiesta, en el temor e intranquilidad la fe se opaca. El temor nos hace ver "fantasmas" donde no lo hay y en ese estado de perturbación lo único que surge son malas decisiones. Por eso lo primero que debemos de hacer es orar, y pedir al Señor su paz, pues sobre el fundamento de la paz la fe se podrá desarrollar. Busquemos en la Palabra de Dios la motivación para nuestra fe. Pedro quiere andar sobre las aguas pero necesita que Jesús diga una Palabra, Jesús le dice "ven", y entonces Pedro pone su fe en la Palabra escuchada y camina sobre las aguas, este procedimiento es el que debe ponerse en acción para desarrollar nuestra fe. La escritura dice que la fe es por el oír la Palabra (Romanos 10:17), la Palabra de Dios es la que nos impulsa a creer, la que motiva y desarrolla nuestra confianza en Dios, leámosla, meditémosla y vivámosla, de esa manera nuestra fe se hará cada vez más fuerte. No veamos las dificultades que nos rodean, más bien pongamos nuestros ojos en Jesús. Pedro caminaba muy bien sobre las aguas mientras ponía su atención en Jesús, pero cambió su mirada y la dirigió a su alrededor, se llenó nuevamente de temor, inmediatamente se hundió. Debemos de aprender a no mirar nuestras circunstancias sino a Dios en medio de las circunstancias. ¿Si Abraham hubiera persistido en ver la vejez e infertilidad de su esposa, nunca hubiera tenido fe en que Dios le daría un Hijo? ¿Si Moisés hubiera persistido en mirar su tartamudez nunca hubiera tenido fe en que Dios lo usaría para liberar a su pueblo? Dejemos de mirar las imposibilidades y pongamos nuestra confianza en el Dios que todo lo puede. Debemos de convencernos que Dios está de nuestro lado, que aún en los momentos más oscuros Él está allí para alumbrarnos. Pedro se hunde pero Jesús le extiende su mano. Recordemos que Dios siempre está con nosotros para ayudarnos. David escribe en el Salmo 23 "aunque ande en valle de sombra de muerte, tú estarás conmigo", Él nunca nos desampara, por eso debemos de caminar sintiéndonos siempre acompañados de nuestro Dios, eso hará que nuestra fe sea firme. Hagamos lo mismo que los apóstoles, doblemos nuestras rodillas y adorémosle por su presencia y cuidado para con nosotros.

Oración
Señor, quiero confiar eternamente en ti, quiero sentirme un niño entre tus brazos de Padre

Preguntas para profundizar
1. ¿Cuáles son las circunstancias que te dan más temor en la vida?
2. Lee Romanos 4:19-21 ¿Qué hizo Moisés para vencer su incredulidad? ¿Qué puedes hacer tú para vencer tu incredulidad y temores?

LA ALEGRÌA DE COMPARTIR


Por el Rev. Alberto Valdivia Cier


Texto: Mateo 14:13-21

Al atardecer se les acercaron sus discípulos y le dijeron: Este es un lugar apartado y ya se hace tarde. Despide a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren algo de comer. No tienen que irse - contesto Jesús - denle ustedes mismos de comer. Ellos objetaron: no tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados. Tráiganmelo acá - les dijo Jesús. Y mandó a la gente que se sentarán sobre la hierba. Tomó los cinco panes y los dos peces y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a sus discípulos, quienes lo repartieron a la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron.


En un mundo tan egoísta e individualista como el nuestro se hace cada vez más necesario que la gente aprenda el valor de compartir. Todos desean tener y recibir pero muy pocos son capaces de desprenderse de lo suyo para dárselo a los demás. Los cristianos deberíamos siempre estar dispuesto a dar, a entregar de lo nuestro a nuestro prójimo, como lo hizo nuestro Señor Jesús.
La práctica de compartir no aparece espontáneamente, es necesario que exista un proceso en la que la persona poco a poco va sensibilizándose con la necesidad del otro. En este relato en que se muestra a Jesús alimentando a cinco mil personas podemos apreciar claramente este proceso.
Para compartir debemos tener compasión por el dolor de los demás. El acto de dar es motivado no por obligación, no por guardar apariencia, sino por amor. Jesús vio a la multitud y tuvo compasión de ella, esa es la clave, darnos el tiempo de mirar a los demás y sus necesidades y no centrarnos solo en nosotros. De esa mirada surge la compasión que no es solo un sentimiento sino una identificación.
Para compartir debemos no solo pensar en el otro sino hacer algo por ellos. Los discípulos vieron la necesidad y buscaron facilitarles el camino para que cada uno trate de resolver su problema, fue un buen paso pero no el ideal, Jesús los lleva a un nivel superior de amor y le dice: denles de comer. No basta con detectar el problema en los otros, sentir tristeza y dolor e identificarse con ellos, es necesario hacer algo para aliviar sus necesidades. El amor tiene que llevarnos a la acción para que sea genuino.
Para compartir debemos de estar dispuesto a entregar lo que tenemos. Los discípulos tenían solo cinco panes y dos peces y pensaron que eso no era suficiente, ellos querían comer esa ración y no estaban dispuestos a compartirla. Jesús rompe con su egoísmo, toma los panes y los peces y lo reparte. Debemos de dar aún de lo poco que tenemos, nuestra propia carestía no es una excusa, no hay nadie tan pobre que no tenga algo para compartir. El egoísmo es el enemigo que debemos de destruir en nosotros.
Para compartir debemos creer que Dios puede usar lo que entregamos milagrosamente. Jesús hizo el milagro a base de los peces que los discípulos entregaron, él pudo aparecer el alimento de la nada, pero él decidió usar lo que ellos ofrecieron y hacer el milagro. Cada acto nuestro de amor y caridad Jesús lo usa milagrosamente a favor de los demás y lo convierte en bendición, en ese sentido nuestro compartir se convierte en un medio de bien no solo material sino también espiritual. Noten que el pan entregado tuvo un efecto multiplicador, hizo bien a uno y luego a otro y a otro, así también sucede con todo aquello que entregamos a los demás no solo hace bien a una persona sino a una cadena de personas.
Por último, el relato nos dice que todos quedaron satisfechos y contentos. El compartir es un acto de suprema alegría, hace feliz al que recibe el favor y hace feliz al que lo entrega, no hay mayor sentimiento de paz y de satisfacción que la que se produce cuando damos algo de nosotros a nuestro prójimo. No dejes de experimentar esta bendición, comparte con los demás y serás inmensamente feliz.

Oración
Señor, enséñame a entregar de lo mío y a entregarme a mí mismo a los demás


Preguntas para profundizar
1. ¿Cuáles son los obstáculos más fuertes que te impiden compartir con los demás?
2. Lee Hechos 20:35 y Efesios 4:28. ¿Aparte de proveer para los nuestros, por que otro motivo debemos de trabajar? ¿Crees que Dios nos esta planteando el compartir como un objetivo de vida? ¿Por qué?

¿COMO ENCONTRAR DESCANSO PARA NUESTRAS ALMAS?






Por el Rev. Alberto Valdivia Cier



Texto: Mateo 11:25-30

Vengan a mí ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es ligera


Las estadísticas demuestran que nunca en la historia de la humanidad el ser humano ha experimentado tanta depresión y falta de paz como el día de hoy. Existe mucha desesperanza, desilusión, presión y cargas en el mundo moderno, es por eso que las dolencias de tipo mental, emocional y psicológico se han multiplicado preocupantemente. ¿Cómo podemos enfrentar la vida en estas condiciones? ¿Cómo encontrar paz y descanso para nuestras almas?
Jesús nos da la respuesta en esta porción del evangelio.
Él Señor hace un diagnóstico real de las condiciones de los hombres, dice que frecuentemente vivimos cansados o agotados, esto tienen que ver con la fragilidad de nuestros cuerpos y mentes, perdemos en muchos momentos la vitalidad y la energía, entonces necesitamos urgentemente renovar nuestras fuerzas para continuar. También Jesús nos dice que muchas veces nos sentimos agobiados o cargados, esto tiene que ver más con el agotamiento de tipo emocional y espiritual, no solo nuestro cuerpo se desgasta también nuestro ser interior pasa por procesos de deterioro debido al pecado y a la maldad que tenemos que hacer frente cada día de nuestras vidas.
¿Cuál es el camino que Cristo propone para que podamos encontrar descanso y renovación?, Su propuesta es sencilla, él nos dice; VENGAN A MÍ. En Él y solamente en Él podemos encontrar verdaderamente la paz y el descanso para nuestras almas.
Antes de partir Él dijo: "mi paz os dejo", el descanso interior es un regalo de Cristo para nosotros, tenemos que ir a Él para experimentarlo, esa es la condición. Nadie puede renovarse y encontrar quietud para su vida si es que no toma la decisión de ir a Cristo. Pero ¿Qué significa ir a Cristo?
Ir a Cristo es tener un encuentro diario con Él, es mantener "intimidad espiritual" con el Señor, es cultivar una relación personal con nuestro salvador, es salir al encuentro de aquella persona de quien estamos enamorados y experimentar su ternura y presencia.
Jesús compara esta relación íntima que debemos de tener con Él con el yugo, y nos invita a que carguemos su yugo. El yugo es un instrumento que se usa en las faenas agrícolas para unir a dos bueyes, uno experimentado con otros joven que necesita aprender, es un madero que une del cuello a estos dos animales, y en esa unión el uno aprende del otro como arar la tierra.
Jesús nos invita a que nos unamos más a Él, que tomemos su yugo y experimentemos su intimidad y su cercanía y de esa relación estrecha aprendamos de su paz y humildad. Solamente así podemos verdaderamente experimentar descanso para nuestras almas.
El yugo de Cristo, es suave y ligero, estar unidos a Él es un deleite no una carga, deberíamos buscar más el rostro de Cristo para que se acreciente nuestra paz.


Oración
"Señor concédeme la dicha de estar a tu lado todos los días de mi vida y llenarme de tu infinita paz por siempre"


Preguntas para profundizar
1. ¿Qué tipo de oración es la que nos lleva a experimentar intimidad con Cristo y nos permite llenarnos de su paz? ¿Qué experiencias has tenido al respecto?
2. Lee 1Samuel 1: 9-17 ¿Crees que Ana hizo esa clase oración? ¿Cuáles son las características y el fruto espiritual que trae orar de esa manera?