Por Alberto Valdivia
Sermón dominical
Texto: Apocalipsis 22:12-21
“Cristo nuestro Rey viene pronto”, esta es una expresión que alienta nuestra esperanza y nuestra convicción en la venida de Cristo, pero no es un anuncio de una venida inmediata (hace dos mil años los cristianos creemos que Cristo viene pronto). No sabemos cuando vendrá, pero si sabemos que cuando Él venga debemos de estar preparados. Veamos cómo debemos de prepararnos para recibir a nuestro Rey
Hay que estar listo para recibir la paga de Cristo. Jesús vendrá a darnos lo que merecemos, si hacemos lo bueno bendición, y si hacemos lo malo reprensión. La mejor forma de esperar su venida es teniendo una vida pura y limpia para Él. No es miedo lo que Dios desea infundir con esta advertencia sino compromiso con el bien
Hay que limpiarnos de todo lo malo. La magia y el esoterismo, la inmoralidad sexual, el asesinato, la idolatría, la mentira, etc., son prácticas que debemos de dejar como parte de este proceso de purificación. Purificarnos no solo consiste es pedir perdón sino en dejar el mal. El caer en estas cosas por debilidad y arrepentirte luego y dejar de practicarlas no te condena, el problema está en practicarlo como un estilo de vida sin el menor remordimiento.
Hay que desear su venida. Noten que toda la iglesia (la novia) debe prepararse para su venida, no solo los creyentes individuales sino la comunidad entera. La mejor forma de esperar la venida de Cristo es manteniendo los lazos de unidad y amor en nuestra comunidad y eso no lo podemos lograr si es que no “bebemos” del agua de vida que el Espíritu Santo nos ofrece, pues es el Espíritu santo el que crea comunión entre los creyentes
Hay que guardar la Palabra tal como la hemos recibido. Apocalipsis termina advirtiéndonos que no debemos de corromper la Palabra de Dios, agregando o quitando cosas de ella. Hay quienes buscan “verdades nuevas” y agregan teologías y creencias que nunca han formado parte de la fe cristiana y otros en el afán de agradar a la cultura actual buscan “dejar de lado” los principios y valores que siempre los cristianos hemos confesado. Respetemos la Palabra de Dios tal como la hemos recibido del Espíritu y vivamos conforme a las verdades que nos enseña
sábado, 22 de mayo de 2010
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