Por Alberto Valdivia
INTRODUCCIÓN: Esta serie de reflexiones está dirigido a orientar a los varones a desarrollar su hombría desde una perspectiva cristiana
TEMA 1 :
¡Cuidado! Podemos perder la bendición de Dios
1Corintios 10:1-12
En el Antiguo Testamento, la tierra de Canaán era el lugar donde Dios quería que vivieran los israelitas después que los libertó de la esclavitud de Egipto.
Canaán simboliza hoy el lugar donde se cumplen las promesas de Dios en nuestras vidas, el lugar donde Dios lleva el potencial de su pueblo al máximo
Los israelitas no pudieron entrar a Canaán. Fracasaron a causa de las cinco razones fundamentales que se mencionan en 1Corintios 10
Esas cinco razones son las mismas por las que los hombres de hoy no alcanzan a entrar a su tierra prometida, al lugar de reposo. Dios quiere que los hombres vivan en la tierra de Canaán en sus matrimonios, en sus negocios y en sus relaciones familiares
Esos cinco pecados fundamentales todavía siguen siendo una plaga para el hombre actual, que lo aleja de poder lograr su máximo potencial en la vida.
1. La pasión por lo malo
Pasión significa entrega total ha algo o ha alguien. Todos nos apasionamos por diferentes cosas en la vida, nuestro trabajo, el deporte, la diversión. Mientras la pasión va dirigida a algo positivo y se maneja con control y medida, entonces la pasión suele ser edificante, pero cuando la pasión es desmedida y se orienta a lo malo, entonces termina siendo negativo y destructivo en la vida. Esto nos esclaviza y nos lleva al camino incorrecto. El licor, el juego, las mujeres, etc. puede ser un ejemplo de pasiones desordenadas y maléficas. ¿Cómo podemos controlar nuestras pasiones? Con la ayuda de Dios y el poder del Espíritu en nosotros podemos controlar toda debilidad en nosotros (Ver Filipenses 4:13)
2. La idolatría
Muchas cosas se pueden convertir en ídolos en nuestras vidas, el poder, la educación, el dinero, los negocios, la popularidad, el ego, etc. Noten que la idolatría de los israelitas no solo consistió en adorar imágenes, sino en comer, beber y divertirse en forma desenfrenada. Nosotros también caemos en este pecado. La idolatría comienza cuando algo se adueña de nuestro corazón y gana todo nuestro interés y atención.
Que Dio sea el que capte toda nuestra atención, que nada ni nadie rivalice con nuestro amor a Dios. Esta es la Clave de la verdadera felicidad, que Dios sea el centro de nuestras vidas
Preguntas:
1. ¿Cuál es la pasión que necesitas doblegar en tu vida?
2. ¿Cuéntanos sobre algún ídolo que has tenido en tu vida?
TEMA 2 :
¡Cuidado! podemos perder la bendición de Dios (continuación)
1Corintios 10:1-12
3. La fornicación
Cuando los hombres de Israel cometieron fornicación, murieron en el desierto y nunca llegaron a ver la tierra prometida. Hoy en día los hombres siguen muriendo en el desierto al cometer pecados sexuales, perdiendo lo mejor que Dios tiene para sus vidas.
Tanto solteros como casados, jóvenes o ancianos, están sujetos a los deseos, apetitos, pasiones y tentaciones sexuales. La tentación se hace más fuerte en esta sociedad tan liberal en la que vivimos, pero Dios nos ayuda a vencer. Tenemos su Espíritu en nosotros, la oración, la Palabra y el compañerismo para vencer (leer 2Tim 2:22)
4. Poner a prueba a Dios
Si sabemos que ciertos actos humanos son contrarios a Dios y a pesar de ello los practicamos y no nos arrepentimos, entonces estamos “tentando”, “probando” o mejor dicho provocando a Dios para que actúe con rigor contra nosotros. Si nuestro pecado es por ignorancia, o por debilidad, y luego hay arrepentimiento y la actitud de luchar contra el mal, Dios es paciente y perdonador, pero si pecamos deliberadamente y luego no nos importa seguir en ese camino y no nos arrepentimos, la justicia de Dios actuara sobre nosotros hasta que nos arrepintamos. No provoquemos a Dios
5. La murmuración o queja
Los israelitas se quejaron contra Moisés, murmuraron contra él, echándole la culpa de todos sus males. Esa murmuración no fue solo contra Moisés sino contra Dios mismo, no desechaban al hombre sino a Dios quien coloco a ese hombre. Toda queja contra Dios o contra nuestros semejantes es pecado y obstaculiza nuestra vida espiritual. Siempre habrá situaciones desagradables, en la que nos encontremos insatisfechos, tengamos cuidado en utilizar nuestra lengua como instrumento de destrucción. Si hay que criticar debe de ser una crítica constructiva, hecha con humildad y amor. No veamos los obstáculos sino las soluciones.
Preguntas:
1. ¿Qué podemos hacer para vencer las tentaciones sexuales?
2. ¿Cómo podemos hacer una crítica constructiva sin caer en la queja?