Por Alberto Valdivia Cier
Mensaje Noche de alabanza
Texto: Juan 4:19-24
Jesús explicó en este pasaje como Dios espera que le adoremos. Deberíamos poner atención a estos principios para que nuestra adoración no se quede en lo superficial. Estudiemos estas cuatro verdades:
Nuestra adoración no depender de lugares ni de métodos (v.19-21)
La samaritana creía que la eficacia de su adoración estaba en el lugar donde adoraban (su monte), Jesús le explica que la adoración verdadera no depende ni de lugares ni de formas, pues Dios no mira eso sino el corazón. Las formas son útiles pero no dependamos de ellas para adorar, ni creamos que la eficacia de la adoración descansa en ellas... tu adoración es verdadera si tu corazón es genuino para con Dios.
Nuestra adoración debe nacer de un conocimiento profundo de Dios (v.22)
Jesús dijo: “adoramos lo que conocemos”, allí estaba el éxito de la adoración de los judíos... entre mas conozcamos de Dios mejor será nuestra adoración, debemos de estudiar la biblia y saber sobre el ser de Dios, sus características y sus obras, solo con ese conocimiento podremos experimentar una adoración plena y profunda, por eso el salmo 119:7 dice: ”te alabaré con rectitud de corazón cuando aprendiere tus justos juicios” hacerlo de todo corazón y en santidad (v.23)
Nuestra adoración debe de ser sincera, de todo corazón y en santidad (v.23)
Jesús explica en este versículo que nuestra adoración debe de hacerse en espíritu y en verdad, ¿qué significa esos dos conceptos?
1. Adorar en espíritu tiene que ver con dar a Dios una adoración de todo corazón, de lo más profundo de nuestro ser, no hay que ser superficial, cantar, aplaudir y nada más, hay que entender lo que hacemos y hay que hacerlo con toda entrega. no es cuestión de hacerlo como un rito, por quedar bien con los demás, o por cumplir, hay que hacerlo con agrado, de todo corazón (sal 111:1)
2. Adorar en verdad tiene que ver con dar a Dios una adoración genuina, nacido de un corazón limpio, que verdaderamente le ama y le honra. Cuando hay pecado, nuestra adoración jamás será en verdad, pues no somos genuinos ante él, debemos antes santificarnos confesando nuestras faltas, para que de esa manera nuestra adoración sea hermosa para dios (Sal 33:1)
Nuestra adoración debe de nacer de un corazón necesitado (v.24)
Jesús dice aquí que es necesario adorar a Dios, ¿por qué?, pues porque la adoración trae beneficio para nuestras almas, nos conecta con el Señor y de esa manera se abre el camino para recibir todas sus bendiciones, por eso debemos de adorar a Dios con necesidad, con extremo deseo y anhelo. Es de esa manera que el salmista buscaba al Señor:
“...mi ama tiene sed de ti, mi carne te anhela” (sal 63:1)
“...anhela mi alma y aún ardientemente desea los atrios del Señor” (sal 84:2
lunes, 22 de marzo de 2010
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