Por Alberto Valdivia Cier
Lucas 4:1-13
Ser tentado significa ser atraído hacia el mal. Debemos de conocer como opera la tentación y cuales son las armas que Dios nos ha dado para vencer. La victoria de Jesús en el desierto sobre la tentación, nos deja muchas enseñanzas que nos pueden ser de gran utilidad cada vez que el diablo intenta atacarnos.
Somos tentados en nuestras debilidades físicas
Nuestra naturaleza pecadora hace que en nosotros haya debilidades físicas como las pasiones, la flojera, la gula, etc. No vivimos solo para alimentar nuestros deseos físicos, sino principalmente para alimentar nuestra alma con la Palabra de Dios. Llenarnos de la Palabra de Dios nos ayuda a doblegar la carne que vive en nosotros
Somos tentados en el orgullo y la avaricia
El diablo nos ofrece poder, riqueza y gloria terrenal pero lo que él busca con eso es que nuestro corazón quede rendido al mundo y de esa manera nos alejemos de Dios
Debemos decidir solo dar a Dios nuestro corazón y adoración, no buscar las riquezas terrenales sino las espirituales
Somos tentados a dudar de las promesas de Dios
El diablo, utilizando un texto bíblico, le pide a Jesús que se tire al vacío para probar si lo que Dios promete es cierto. Lo que el diablo quiere es sembrar dudas de Dios en todos nosotros. No tenemos que poner a prueba a Dios, nosotros debemos creer en él, aún en los momentos en que parece que no nos responde o todo nos sale mal.
La Palabra de Dios, la fe y la oración son armas poderosas que Jesús usó para vencer la tentación. Nosotros debemos también usar estas armas para vencer las artimañas del diablo y afianzarnos en Dios.
jueves, 25 de febrero de 2010
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